Es por demás extraño que semejante perspectiva de la muerte haya sido adoptada por los partidarios declarados de un Maestro de quien se dice que "rasgó el velo de la inmortalidad y de la vida". Por supuesto, la pretensión de que en la historia del mundo hace sólo diez y ocho siglos que la inmortalidad del alma fue dada a conocer es por demás absurda ante el testimonio abrumador que en su contra se presenta por todos lados; el majestuoso ritual egipcio del Libro de los Muertos, traza las jornadas post mortem de las almas; seria bastante por sí solo para echar para siempre por tierra la pretensión tan descabellada de que antes del cristianismo se desconocía la inmortalidad del alma. Oid las exclamaciones de las almas de los justos. ¡Oh! vosotros que formáis la escolta de Dios, extended los brazos hacia mí, pues voy a ser uno de los vuestros (XVII, 22). Salve Osiris, Señor de la Luz, que moras en la mansión poderosa, en el seno de la oscuridad absoluta. A ti vengo como alma purificada, mis dos brazos te rodean (XXI, l). Yo adoro el cielo; yo hago lo que estaba ordenado en Menfis. Tengo conocimiento de mi corazón, estoy en posesión de mi corazón, estoy en posesión de mis brazos, estoy en posesión de mis piernas, soy dueño de mi voluntad. Mi alma no está aprisionada en mi cuerpo a las puertas de Amenti (XXVI, 5, 6). Para no seguir mencionando las citas enfadosas de un libro compuesto de los dichos y obras del hombre desencarnado, bastará con transcribir el juicio final del alma victoriosa: El difunto será deificado entre los dioses en la región inferior divina: nunca será rechazado... Beberá en la corriente del río celestial... Su alma no será aprisionada, puesto que es un alma que trae la salvación a los que están a su lado. Los gusanos no lo devorarán (CLXIV, 14, 16). La creencia general en la Reencarnación, es suficiente a probar que las religiones de que era fundamento principal, creían en la supervivencia del alma después de la muerte; pero se puede citar como ejemplo un pasaje de las Leyes de Manú, siguiendo una disquisición sobre la metempsicosis contestando a la pregunta respecto de lo que hay que hacer para librarse de los renacimientos. De entre todas estas santas acciones el conocimiento del yo (debe traducirse el conocimiento del Yo superior, Atma) se dice (ser) el más elevado, esto es en verdad, la primera de todas las ciencias, puesto que de ella se obtiene la inmortalidad. También es claro el testimonio de la gran religión de Zoroastro, como se demuestra por lo que sigue, traducido del Avesta, cuando a continuación de describir el viaje del alma después de la muerte, dice aquella antigua Escritura: El alma del hombre puro da el primer paso y llega a (el Paraíso) de Humanata; el alma del hombre puro da el segundo paso y llega a (el Paraíso) Hukhta; da el tercero y llega a (el Paraíso) Hvarst; el alma del hombre puro da el paso cuarto y llega a la Luz Eterna y le habla un purificado, que ha muerto antes, y le dice: ¿Cómo estás? ¡Oh! muerto purificado, venido de las moradas de la carne, de las posesiones terrestres, del mundo corporal, aquí a lo invisible, del mundo perecedero al imperecedero, tal como todo ha pasado; yo te saludo. Entonces habla Ahura-Mazda: No preguntes a quién preguntas (pues), viene por el terrible, espantoso, tembloroso camino, la separación del alma y el cuerpo. El Desatir persa habla con igual claridad. Esta obra se compone de 16 libros, escritos por profetas persas, y sus originales lo fueron en el idioma Avesta: "Dios es Ahura-Mazda o Yazdan: "Dios escogió al hombre de entre los animales para conferirle el alma, la cual es una substancia libre, inmaterial, no compuesta y no apetitosa. y ésta se convierte en un ángel por el perfeccionamiento". "Si obra (el hombre) bien en el cuerpo material y tiene buen conocimiento y religión, es un Hartasp...". "Tan pronto como abandona su cuerpo material, Yo (Dios) lo llevo al mundo de los ángeles para que pueda conversar con ellos y contemplarme" "y si no es Hartasp, pero tiene sabiduría y se abstiene del vicio, lo elevaré al rango de los ángeles". "Toda persona encontrará en proporción con su sabiduría y piedad, un sitio en las filas de los sabios, en medio de los cielos y de las estrellas, y en esta región de dicha permanecerá para siempre. La costumbre inmemorial en China de rendir, culto a las almas de los antepasados, demuestra hasta qué punto se consideraba que la vida del hombre se extendía más allá de la tumba. El ShuKing clasificado por Mr. James Legge, como el más antiguo de los clásicos chinos, y que contiene documentos históricos, que se remontan a los años 2357-637 antes de Cristo, está lleno de alusiones a aquellas almas, las que con otros seres espirituales velan sobre los asuntos de sus descendientes y la prosperidad del reino. Pankang, que gobernaba en los años 1401-1374 antes de Cristo, excitaba a sus súbditos de este modo: "Es mi objeto el sosteneros y alimentaros a todos. Pienso en mis antecesores (que son ahora) los soberanos espirituales... Si yo no gobernase bien y permaneciese mucho tiempo aquí, mi soberano superior (el fundador de nuestra dinastía) enviaría sobre mí un gran castigo por mi crimen y diría: "¿Por qué esclavizáis a mi pueblo?". Si vosotros las multitudes, no cuidáis de la perpetuidad de vuestras vidas, y no os unís de corazón, conmigo el hombre uno, en mis planes, los reyes primitivos enviarán grandes castigos sobre vosotros por vuestro crimen y dirán: ¿Por qué no estás de acuerdo con vuestro joven descendiente y continuáis perdiendo vuestra virtud? Cuando ellos os castiguen desde arriba, no tendréis medio de escapar
Fuente
Libro de Annie Besanta
Vida después de la muerte
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